Reflexiones de un gran fan de Teaching Feeling
El juego se centra en tu relación con el personaje de Sylvie, que es una esclava. Hay tres personajes más -un hombre de negocios desconfiado, el dueño de una tienda y la camarera de una cafetería-, pero sus papeles son secundarios y aportan principalmente perspectivas externas. El objetivo principal son tus interacciones con Sylvie, y la historia se ramifica en función de cómo la trates. Estas elecciones conducen a diferentes caminos, algunos con escenas exclusivas a las que sólo se puede acceder siguiendo una ruta específica. Una vez que te comprometes con un camino, no puedes cambiarlo sin iniciar un nuevo archivo de guardado, y tus elecciones influyen en las escenas que encuentras.
Uno de los puntos fuertes del juego es que no hay formas «equivocadas» de tratar a Sylvie. En muchos juegos, tomar una «mala» decisión suele acarrear consecuencias negativas, como un «mal final» o la muerte. En Teaching Feeling, no hay castigos; el juego simplemente refleja tus elecciones. Si la tratas mal, queda dañada emocionalmente; si la enamora, el juego se adapta a ello; y si la ayudas a convertirse en una joven independiente, el juego también apoya ese resultado. Los desarrolladores no castigan a los jugadores por sus acciones, simplemente hay resultados diferentes para caminos diferentes. Personalmente, recomiendo tomar el camino más sano.
En la ruta sana, los desarrolladores se esfuerzan por hacer que Sylvie se sienta como una persona real. Sus diálogos, reacciones y patrones de habla cambian gradualmente a medida que se recupera de su trauma, formando un vínculo creíble con el doctor. Aunque la recuperación parece un poco precipitada -sólo dura unos dos meses-, hay un desarrollo natural. Por ejemplo, acariciarle la cabeza la hace cada vez más cariñosa, cogerle la mano crea más intimidad y sacarla a pasear la ayuda a abrirse poco a poco sobre su pasado. A medida que se siente más cómoda, su comportamiento cambia de forma sutil, como disfrutar más de las comidas o empezar a verse a sí misma como una mujer y no como una niña. Incluso pide trabajar en la clínica porque anhela la interacción humana, y el juego registra sus sentimientos con un medidor de «Lujuria», en el que influyen tus elecciones. He oído que incluso puedes enviarla a la escuela más adelante en el juego. Imagino que al final tendrá que superar su dependencia del médico, pero aun así decidirá quedarse con él. Sylvie es un personaje realmente entrañable, y me arrepiento de haber elegido la opción «Molestar» el primer día. Reinicié el juego y seguí lo que me dictaba el corazón, no mis instintos.
En general, me gusta mucho este juego. A pesar de su temática adulta, es sorprendentemente sano y realista. No recompensa la gratificación instantánea; tienes que ganarte el afecto de Sylvie con esfuerzo y paciencia. Si sólo quieres resultados rápidos, unos cuantos cabezazos no harán que se enamore de ti. Es un proceso lento, en el que primero tienes que tratarla como a una persona. Cuando por fin te corresponde, es increíblemente satisfactorio, como ganarse la confianza de un gato callejero que acaba acurrucándose a tu lado. Ver crecer ese vínculo a partir de la confianza y el cariño es realmente gratificante.